Mitos y leyendas urbanas II
Continuando con lo que hemos comenzado hace unos días, les ofrecemos en esta ocasión otro relato que forma parte del libro “Leyendas de Buenos Aires”.
En esta ocasión se trata de… “EL COLECTIVO DEL DIABLO”
Entre otras cosas, en el relato se mencionan al barrio Parque Chas y a la línea de colectivos número 187.
Nuestra intención es averiguar si existió (o existe) ese “colectivo
del diablo”.
Para empezar te contamos que el barrio Parque Chas existe y
es muy particular ya que su diseño se parece al de un laberinto. Te podemos
asegurar que si “entran” en él y no lo conocen pueden estar horas sin poder
salir, ya que está lleno de pasajes y calles circulares que despistan de lo
lindo.
Bueno, el lugar/barrio lo tenemos… ¿y la línea de colectivos?
Si preguntan en casa o averiguan por Internet comprobarán
que la línea de colectivos 187, NO existe. ¡¡Puf, qué alivio!! Ya nos estábamos
asustando. Bueno, no es tan así. No existe, pero EXISTIÓ. Es más, en su
historia hasta cambió de número varias veces. Se los contamos rapidito
Como casi todas las líneas comunales de la época, su flota
inicial estuvo compuesta de un curioso rejuntado de colectivos variopintos de
las más variadas procedencias. Antiguos Chevrolet de 11 asientos se mezclaban
con destartalados "alargados" de la Corporación y alguna que otra
unidad de modelo reciente. Su esquema de colores, azul noche con techo crema y
franja y recortes en rojo, se mantuvo inalterable durante toda su existencia.
En Agosto de 1952 entró a Buenos Aires, hasta la esquina de
Pacheco y Nahuel Huapi, en el barrio de Villa Urquiza. Gradualmente extendió su
recorrido: primero hasta el Hospital Tornú, luego a la estación La Paternal y
por último hasta Chacarita, su cabecera definitiva. Por la otra punta,
entretanto, su ruta alcanzó José León Suárez.
El 15 de marzo de 1964 la línea pasa a la jurisdicción de la
provincia de Buenos Aires y cambió su antiguo número municipal por el de su
nueva concesión, el 107.
La década de 1960 fue la más provechosa de la empresa. Su
política era netamente expansionista: habilitó una línea comunal en San Martín,
también numerada 107, y adquirió la línea 127 de ómnibus a la empresa
Transportes Automotores Noroeste. Además, intentó extender a la 107 troncal
dentro de la capital: primero hacia Liniers, luego hasta Plaza Once, más tarde
al Correo Central y por último intentó alcanzar el Hospital Argerich. Ninguno
de estos pedidos fue autorizado.
El 1° de Enero de 1969, mediante el reordenamiento de la
numeración de las líneas, la 107 se convirtió en 297. Al año siguiente, al
pasar a la jurisdicción nacional, recibió el 187. Hacia 1977 la 127 se separó
de Transportes General Mitre y pasó a llamarse Autolíneas Argentinas. Con ella
se fue la antigua línea 107 comunal, que unos años antes había sido fusionada
con la 127. Así, la 187 volvió a quedarse sola.
Así se veían los colectivos de la línea 187 por ese entonces
El 17 de Abril de 1984 las autoridades tomaron la decisión de paralizar los servicios y el 12 de julio se declaró caduca la concesión. Además de las malas prestaciones, influyeron en la decisión las graves irregularidades administrativas y el virtual estado de cesación de pagos que la empresa atravesaba. Durante muchos años los últimos coches de la 187 murieron lentamente en un terreno ubicado a la vera de Avenida Marquez, a la altura de Loma Hermosa, esperando su remate judicial. Poco quedaba de ellos cuando se los remató.
Así podíamos encontrar hasta hace poco tiempo a algunos de esas últimas unidades que circularon por Parque Chas, entre otros barrios.
No conocemos el último paradero de sus restos. Lo más lógico es que tras la venta hayan sido desguazados. O...
¿Uno de ellos será el colectivo del diablo?
Es posible, lo dejamos librado a tu imaginación o mejor aún, a tu curiosidad y capacidad de investigación