Mitos y Leyendas V
Esta entrada es muy especial porque se refiere a un barrio donde uno de los otros vivió su infancia y pasó hermosos momentos en su vida. Un barrio que lleva en el corazón y que le despierta numerosos recuerdos, sensaciones, emociones, etc. (y hasta se le "pianta" un lagrimón).
Nos estamos refiriendo al barrio de Parque Chacabuco, que queda ahí nomás de Caballito, el barrio que vimos en la entrega anterior. No hace falta que aclaremos que el centro del barrio es precisamente el famoso y hermoso Parque Chacabuco.
RECUERDOS
A mí se me hace triste el barrio de mi infancia
¡Cuántos muertos
queridos! ¡Qué sola está mi calle!
A mí se me hacen lejos las horas de los juegos,
con amigas borrosas, ahora a la distancia;
Los chicos de la cuadra, mi hermano y sus amigos,
jugando a la bolita, pateando una pelota…
A mí se me hace un eco la letra de algún tango
cantado por mi padre,
la voz de Fioravanti,
un domingo a la tarde, en la quietud del patio.
A mi se me agigantan, como dulces fantasmas,
el tranvía amarillo, el carro del lechero.
Y me suena lejana la voz del organito,
el pregón de un viejito ofreciendo un cartucho
cargado de maníes, calientes y dorados,
en una tarde fría, en la calle Asamblea.
¡Me parecía tan grande el Parque Chacabuco!,
el rosedal, la fuente, los “sapitos” y el chorro
cristalino del agua, mojándonos las manos.
Tan grande parecía caminando en mi infancia.
y hoy mis hijos lo cruzan por la nueva autopista
que indiferente y fría, en nombre del progreso
lo ha dividido en dos, lo mismo que a mi vida:
un antes y un ayer, mi infancia y mi presente.
¿Mi realidad de hoy?: una hermosa familia,
unos muy buenos hijos, y un marido ejemplar.
Este yaguareté es el Rey y quién cuida el parque día y noche. Los invitamos a que investiguen y descubran su historia y los motivos que lo llevaron a estar por ahí.